Cuando haces ejercicio, a menudo escuchas afirmaciones como "simplemente tengo un metabolismo lento" o "él puede comer de todo, su metabolismo es súper rápido." Pero, ¿qué significa eso realmente? ¿Y cómo puedes averiguar qué tipo de metabolismo tienes, para poder ajustar tu entrenamiento y alimentación en consecuencia?
🔥 ¿Qué es el metabolismo en realidad?
El metabolismo, o intercambio de sustancias, es el proceso mediante el cual tu cuerpo utiliza energía para funcionar — desde respirar hasta hacer sentadillas. Hay tres componentes principales:
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Metabolismo basal (BMR): la energía que consumes en reposo.
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Nivel de actividad: todo el movimiento y deporte que realizas.
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Efecto térmico de los alimentos (TEF): energía que tu cuerpo utiliza para digerir los alimentos.
🧬 Diferentes tipos de metabolismo
Aunque cada persona es única, se pueden clasificar a las personas globalmente según su tipo metabólico. A menudo se oyen estos tres tipos (originalmente de los somatotipos):
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Ectomorfo: metabolismo rápido, difícil de ganar peso, cuerpo delgado.
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Mesomorfo: metabolismo promedio, gana masa muscular rápidamente, atlético.
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Endomorfo: metabolismo más lento, almacenamiento de grasa más fácil, estructura más redondeada.
Atención: estas no son reglas estrictas, sino directrices.
🔍 ¿Cómo averiguas qué metabolismo tienes?
Aquí hay 5 maneras prácticas de entender mejor tu metabolismo:
1. Revisa tu tipo de cuerpo
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¿Eres naturalmente delgado y luchas por ganar peso? -> Ectomorfo
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¿Te resulta fácil subir y bajar? -> Mesomorfo
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¿Tu cuerpo acumula grasa rápidamente, incluso con poca comida? -> Endomorfo
2. Lleva un registro de tu alimentación y peso
Utiliza aplicaciones como MyFitnessPal o Cronometer. Come de manera consistente durante una semana, mide tu ingesta de calorías y observa si pierdes peso, ganas peso o te mantienes igual. Esto te dará una idea de tu nivel de mantenimiento (calorías de mantenimiento).
3. Presta atención a tu nivel de energía
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¿Rápidamente cansado, recuperación lenta después de los entrenamientos? Posible metabolismo más lento.
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¿Mucha energía, recuperación rápida? Entonces tu metabolismo puede estar más activo.
4. Prueba tu BMR (metabolismo basal)
Existen calculadoras en línea (como Mifflin-St Jeor) que estiman tu BMR en función de la edad, el peso, la altura y el sexo. Para mayor precisión, también puedes realizar una prueba metabólica en un centro de medicina deportiva.
5. Observa cómo reacciona tu cuerpo al bulking/cutting.
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¿Dificultad para ganar peso a pesar de comer mucho? Metabolismo más rápido.
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¿Llegar rápido con un pequeño superávit de calorías? Metabolismo más lento.
💪 ¿Qué puedes hacer con esa información?
Una vez que sepas cómo funciona tu metabolismo, podrás entrenar y comer de manera más inteligente:
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¿Ectomorfo? Opta por alimentos ricos en calorías, entrenamiento de fuerza con repeticiones bajas y enfócate en la recuperación.
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¿Mesomorfo? Tienes suerte. Presta atención al equilibrio y varía tus entrenamientos.
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¿Endomorfo? Opta por un ligero déficit calórico, combina fuerza con cardio y mantén tu alimentación estricta.
🎯 Por fin
"Tu metabolismo no es tu destino: es un punto de partida. Con la estrategia adecuada, puedes entrenar cualquier tipo de cuerpo hacia tus objetivos. ¿La clave? Conciencia, mediciones consistentes y ajustes inteligentes."
¿Necesitas ayuda para determinar tus necesidades calóricas o un plan personalizado? ¡Háznoslo saber, y te ayudaré!